El aceite de oliva es uno de los productos más representativos de nuestro país. En el mercado hay distintos tipos, elegir el aceite adecuado para cada plato es fundamental para realzar los sabores y obtener los mejores resultados en la cocina.
La olivicultura, la milenaria práctica de cultivar olivos y producir aceite de oliva, ha experimentado una notable evolución en los últimos tiempos. Hoy en día, esta industria se encuentra profundamente orientada hacia la búsqueda de la calidad y la educación del consumidor para poder distinguir y apreciar cada tipo de aceite de oliva.
En el pasado, la producción de aceite solía centrarse principalmente en la cantidad, con la prioridad de obtener grandes cantidades para satisfacer la demanda del mercado. Sin embargo, con el cambio de patrones de consumo y la creciente conciencia sobre los beneficios para la salud asociados al aceite de oliva, el sector ha experimentado una transformación significativa.
En la actualidad, en España, los productores de aceite de oliva cultivan variedades de olivos específicas y aplican técnicas de cultivo que promuevan la calidad de la aceituna, lo que incluye el uso de métodos de cultivo sostenibles, la gestión cuidadosa de la cosecha, el procesamiento en frío para preservar sabores y aromas…
La educación desempeña un papel fundamental para que los consumidores diferencien y aprecien los distintos aceites de oliva, desde los extra virgen hasta los refinados, y conozcan las diferentes variedades de aceitunas utilizadas en la producción, así como las regiones geográficas de las que proceden que influyen en el sabor y características de cada aceite.
La olivicultura moderna está en una constante búsqueda de la calidad y la educación como medio para permitir que los consumidores aprecien y valoren los diversos matices de los aceites de oliva.
Esta evolución es un reflejo de un sector en crecimiento que valora la excelencia, la sostenibilidad y la diversidad en la producción de uno de los ingredientes culinarios más apreciados en todo el mundo.
Los catadores y expertos en aceite de oliva desempeñan un papel esencial en la educación de los consumidores. A través de catas y evaluaciones sensoriales, ayudan a identificar las cualidades únicas de cada aceite, como su amargor, picante, frutado y otros matices, lo que permite al consumidor elegir el aceite más adecuado.
El mejor aceite para cada uso
Existen varios tipos de aceite disponibles en el mercado, la elección del mejor aceite para cada uso depende de diversos factores, incluyendo la temperatura de cocción, el sabor deseado y las preferencias personales. Estos son algunos tipos de aceites y los usos recomendados por los expertos:
- Aceite de oliva extra virgen: Este aceite es ampliamente considerado como uno de los más versátiles y saludables. Adecuado para una gran variedad de usos, es ideal para aderezar ensaladas, platos de pasta, carnes y pescados a la parrilla y verduras asadas. Su sabor frutado y suave lo hace adecuado para realzar los sabores sin dominarlos.
- Aceite de oliva virgen: Similar al aceite de oliva extra virgen, pero con un sabor y aroma ligeramente menos pronunciados. También es adecuado para cocinar y aderezar, es ideal para saltear, hornear o aderezar platos de pescado y mariscos, ya que no enmascaran los sabores delicados de estos alimentos. Funcionan muy bien para aliños y salsas y con verduras cocidas al vapor o a la parrilla.
- Aceite de orujo de oliva: Se obtiene a partir de la mezcla de aceites vírgenes extra con aceite de orujo refinado, lo que permite obtener un aceite con excelentes propiedades para la cocina. Este tipo de aceite destaca especialmente por su durabilidad, su tolerancia a las altas temperaturas y su alta resistencia a la oxidación, lo que lo convierte en un aceite ideal para técnicas culinarias como la fritura.
- Aceite Blend: Es el resultado de una cuidadosa selección y combinación de aceites de oliva con otros aceites vegetales como el de girasol, canola, pepita de uva o aguacate. Así se consiguen exclusivas mezclas que se adaptan a las necesidades y gustos de cada cliente. Pueden ser usados tanto en crudo, para aderezar ensaladas o condimentar alimentos, como para saltear verdura o realizar frituras.
- Aceites Infusionados: Son aceites de oliva que se han aromatizado o condimentado con ingredientes de alta calidad, como trufa, albahaca, ajo, cayena… para añadirles sabor y aroma, permitiendo así explorar nuevas y emocionantes posibilidades en la cocina. Cada ingrediente aromático utilizado proporciona un perfil de sabor único a cada aceite.
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