- Algunos consumidores del aceite de oliva dudan sobre la caducidad del producto debido a que no viene estipulada ninguna fecha en las botellas.
- Las condiciones del aceite varían según muchos factores, aunque existen bases comunes para la mayoría.
CADUCIDAD DEL ACEITE DE OLIVA
La caducidad del aceite de oliva es una de las dudas más comunes de sus usuarios. El hecho de que en las botellas no aparezca una señal que estipule una fecha límite para el consumo parece indicar que el aceite de oliva no se pone malo. Esta es una verdad a medias que tiene una sencilla explicación.
La respuesta rápida es que el aceite de oliva no caduca, por lo que siempre es apto para el consumo humano. Si ha sido conservado de manera adecuada, es imposible que la ingesta de aceite de oliva suponga un peligro para el consumidor. Sin embargo, al ser un producto totalmente natural, sus componentes están en constante evolución. Esto significa que, si bien no tiene caducidad el aceite de oliva, sí ve disminuida sus propiedades con el paso del tiempo.
Aunque no aparezca ninguna fecha de caducidad como tal en los envases de aceite de oliva, sí viene marcada una fecha de consumo preferente. El consumo preferente es el tiempo en el que se estima que el aceite va a mantener la mayoría de sus propiedades. Aunque este periodo varía según factores como el tipo de la aceituna o el lugar de conservación, no suele ser inferior al año. No obstante, pasado este tiempo, el aceite continúa siendo totalmente consumible. Sin embargo, como grasa que es, es necesario tener en cuenta que no se haya enranciado antes de ingerirla.

CONSEJOS PARA LA CONSERVACIÓN DEL ACEITE DE OLIVA
Aunque no exista caducidad en el aceite de oliva, sí debemos hacer todo lo que está en nuestra mano para ralentizar o evitar la pérdida de propiedades. Existen estudios que demuestran el mayor grado de resistencia a la oxidación de ciertos tipos de aceite y diferencias según el proceso de producción. Así, por ejemplo, se sabe que el aceite sin filtrar tiene un margen menor al filtrado o que la variedad picual es una de las que más aguanta sus propiedades.
Los principales factores que afectan a la conservación del aceite de oliva son la luz, el calor y el aire. Para evitar la oxidación del producto, se recomienda mantenerlo alejado de la luz, preferiblemente en recipientes opacos. También es posible su conservación en cristal aunque, en ese caso, se recomienda guardarlo de la luz en un cajón o despensa.
Es importante que el recipiente cuente con un cierre de calidad que evite que el aire pase al interior. Por último, los expertos recomiendan la conservación a una temperatura media entre los 18 y los 22 grados Celsius para evitar la degradación. Esto, por supuesto, significa mantenerlo alejado del interior de la nevera, incluso en verano.
PROPIEDADES NUTRICIONALES DEL ACEITE
El aceite de oliva es una de las grasas más saludables del mundo. Para empezar, en el caso de los vírgenes y vírgenes extra, se trata de la única grasa obtenida por presión simple. La sencillez de su proceso de elaboración mezcla tradición con vanguardia, ya que es un alimento cuyos beneficios son apreciados desde antes del nacimiento de Cristo. Los beneficios del aceite vienen dados en gran medida por su riqueza en diferentes nutrientes esenciales para el desarrollo humano, como el ácido oleico, los fitoesteroles o los polifenoles, entre otros. Su importancia para la dieta mediterránea y la presencia de olivos en el campo español lo han convertido en uno de los símbolos culturales de España.
El principal valor nutricional lo aportan las grasas saludables, especialmente el ácido oleico. Este componente es un tipo de grasa monoinsaturada que ayuda a reducir el colesterol LDL (perjudicial para la salud) y genera colesterol HDL (conocido como “colesterol bueno”). Los monoinsaturados representan la mayor parte de la composición del aceite de oliva, pero también posee ácidos poliinsaturados, como el omega-6 o el omega-3. Éstos componentes ayudan al cuerpo gracias a sus propiedades antiinflamatorias y vasodilatadoras.
Aunque el ácido oleico es el principal componente, como los anteriormente nombrados le otorgan una serie de beneficios que han hecho que se recomiende en multitud de ocasiones. Además de sus propiedades cardiovasculares, ayuda a prevenir el envejecimiento, mejora la digestión y ayuda a prevenir el deterioro cognitivo y la demencia. Sus beneficios son tan amplios que la dieta mediterránea, de la que el aceite de oliva es un pilar fundamental, ha sido recientemente nombrada como la más saludable del mundo.
